La Agricultura Familiar necesita contar con un apoyo público efectivo y pleno, inexistente actualmente en la mayoría de los países.
La Agricultura Familiar, cuyo papel y potencial como garante de la seguridad alimentaria no es suficientemente reconocido, se erige en el medio más eficaz contra el Hambre y la Pobreza. Prueba de ello es que el 70% de los alimentos consumidos en el mundo es producido por la Agricultura Familiar, en toda su diversidad, y el 40% de las familias del mundo viven de esta actividad.
Además, el vínculo de los agricultores familiares con su entorno los convierte en garantes de un manejo sostenible de los recursos naturales. Sin olvidar que la Agricultura Familiar protege la agro-diversidad mediante la conservación y el empleo de variedades de semillas y razas ganaderas tradicionales-autóctonas, bien adaptadas a los diversos ambientes contextos.
A pesar de esta contribución, económica, ambiental y social, la Agricultura Familiar continúa siendo una realidad olvidada y abandonada en muchos países.
El Año Internacional de la Agricultura Familiar AIAF-2014, declarado por por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es una iniciativa promovida por el Foro Rural Mundial y respaldada por más de 360 organizaciones campesinas y civiles, así como de instituciones, de todos los continentes. Su celebración a nivel mundial por parte de las organizaciones de la sociedad civil precisamente se erige en una herramienta para la promoción de políticas específicas que permitan a favor del desarrollo sostenible de los sistemas agrarios basados en la unidad familiar campesina, comunal, indígena, cooperativa, pastoralista y pesquera.
Principales demandas
Para reclamar un apoyo decidido a la agricultura familiar en todo el mundo, organizaciones agrarias familiares de los cinco continentes consensuaron el 22 de enero de 2014 la declaración de Abu Dhabi, que recoge cinco demandas principales que serán trasladadas a los tomadores de decisión durante el AIAF-2014 y que se enumeran a continuación, de forma resumida (para conocer más detalle consultar documento íntegro y conocer sus firmantes):
- Toda nación debería tener derecho a desarrollar su propia producción de alimentos como base para su Seguridad Alimentaria en la vía de la consecución de la Soberanía Alimentaria, teniendo en cuenta el cambio climático que es una grave amenaza para la Agricultura Familiar.
- Los gobiernos deben asumir como prioridad urgente la ejecución de las Directrices Voluntarias sobre la Gobernanza Responsable de la Tenencia de la Tierra, la Pesca y los Bosques que ellos mismos aprobaron en el seno del Comité de Seguridad Alimentaria-CSA.
- Con el objeto de promover la Agricultura Familiar, las naciones donde la mayoría de la población se dedique a la agricultura deben aplicar una asignación transparente y apropiada de recursos al presupuesto agrícola nacional. El mismo criterio ha de seguirse para la aplicación de la ayuda al desarrollo y las inversiones públicas, asegurando la participación activa de organizaciones agrarias familiares así como de otras organizaciones de la Sociedad Civil.
- Garantizar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres dedicados a la Agricultura Familiar. Con frecuencia las mujeres que viven y trabajan en zonas rurales se ven discriminadas en relación al acceso equitativo a recursos productivos como la tierra, el agua, créditos y servicios de extensión.
- Es necesario aprobar políticas que promuevan la incorporación de jóvenes al sector agrícola, teniendo en consideración que el único modo de garantizar que esta profesión sea atractiva para ellos es que exista un apoyo público efectivo a la Agricultura Familiar.